Privada
de la libertad de sentir tu dolor contigo mientras duró el calvario, e incluso
de dirigirte la palabra para interesarme por el progreso que llevaba tu
enfermedad, aún desconozco el crimen del
que se me acusa y por el que tan cruel castigo hube de pagar. Pero no era mi voluntad, sino la de los tuyos
la que debía cumplir…
Y hoy,
después de varios meses sin saber de ti, he sonreído con amargura cuando al
despertar de mi sueño todavía podía sentir el calor de nuestro abrazo en mi
subconsciente.
Sabiendo
ya que tu diciembre estaba cercano, hoy te llevé manzanas a casa en un tiempo imaginario
en el que estabas sola, no dependías de los cuidados de nadie y disfrutar del
aire sin ayuda no era un privilegio para ti, sólo una señal más de que todo iba
mejorando. Sin conocer tu estado real, no quise llevarte flores que pintaran falsas
esperanzas ni bombones empalagosos que no podrías disfrutar.
Hablamos
durante horas, sentadas en tu sofá frente a unos tés que llenaban el espacio
con su olor a hierbas, mientras las manzanas reposaban en un bol con agua. Mis manzanas,
que apenas serían un símbolo perdurable de que también estuve allí contigo al
final.
Y tú
sonreías todo el tiempo. Y yo también al saberte tranquila, al menos por un
momento.
Al
despertar, una lágrima y un mal presentimiento me han dado los buenos días. Y
una hora después, la lágrima ha vuelto y el presentimiento ha sido confirmado. ¿Ha
sido una despedida? ¿En esos últimos momentos me has dado tu bendición antes de
marcharte liberándome de mi penitencia?
Esos
sueños extraños…
Me ha
dado por pensar que mientras te alejabas por tu camino de luz alba comías una
de mis manzanas crujientes mientras los tuyos te lloraban en la cama del
hospital. Y esa idea ha encendido en mi interior una llama de esperanza por tu
alma. DEP
Tania A.Alcusón
2 comentarios:
Bello relato. Yo en su día, también me despedí en sueños de un ser querido, pero hasta el momento no he querido contarlo por temor a que me tomen por loco. Gracias por los ánimos que insufla este relato. Tal vez, algún día me atreva yo también a relatar mi experiencia animado por la tuya
Gracias Josele!
La verdad es que yo también tuve mis dudas, sobretodo por cuestiones de respeto y eso, pero necesitaba plasmarlo y no quería dejarlo en el olvido.
Hay momentos especialmente emocionales que, aunque sean disfrazados de ficción, deben ser recordados…
Pues anímate a dejarlo fluir, y no dejes que los demás te encorseten lo que escribes. Y cuando lo tengas, avisa!! ;)
Un beso!
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